jueves, junio 11, 2015

Barqueros que tienen 2 años pasando autos dicen que con el puente viene la pobreza

Al terminar de construir el puente Luis Donaldo Colosio, colapsado por Ingrid y Manuel hace casi dos años, se les habrá acabado el negocio de pasar autos en la barcaza, expresaron desolados los que allí han encontrado una forma de vida.


El puente está a muy poco de ser terminado, y para Cirilo Carranza Álvarez, es un asunto que les preocupa, pues vendrían los tiempos de pobreza, ya que se verían obligados a regresar al cultivo de maíz, actividad de la que no obtienen sino para comer, y vender muy poco y a precios bajos.


Actualmente, dijo Carranza Álvarez, mientras los otros dos ayudantes jalaban la barcaza de madera de parota y ocote, perciben diariamente 200 pesos, cantidad que les sirve para comer, mandar a los niños a la escuela, y para comprar algo de ropa y zapatos “baratitos pues, no vamos a buscar caros, no alcanza”.


Son 13 socios o propietarios de la barcaza, que fue dada a conocer cuando era proyecto, al entonces presidente municipal, Saúl Beltrán Orozco, y se hizo con materiales del lugar y sin energía eléctrica para hacer los cortes, pues el servicio estaba suspendido por la contingencia, ya que se habían roto cables y vencido postes.


Pasar un carro compacto, explicaron, tiene un costo de 40 pesos, y la barcaza soporta hasta 10 toneladas, aunque por el espacio en la nave flotante sólo caben dos vehículos o una camioneta de carga.


Todo está ya calculado desde el principio, explicó, y debido a la experiencia que les había dado haber pasado carros antes de que el mismo puente Luis Donaldo Colosio existiera, saben, por la extensión del río, el tamaño de la cuerda, el remo y la forma en que debe ser recibido en el otro extremo.


Trabajar de pasadores de carros, es un trabajo muy de ellos, explicaron, pues no requirieron de ayuda de los diputados del distrito 17 o 18, o de algún otro político, salvo el que de alguna manera obtuvieron de su entonces alcalde en los tiempos más álgidos, cuando ni rodear por Ajuchitlán del Progreso era posible.


Pasar por barcaza fue entonces en aquel tiempo y por varias semanas, la única forma de conectar Ciudad Altamirano y Arcelia, con San Miguel Totolapan, y si bien Ajuchitlán del Progreso quedó incomunicado de la misma manera que Coyuca de Catalán, había alguna posibilidad de tener alguna conexión con las comunidades, precisamente por las lanchas y la barcaza de Totolapan.


Pero todo eso “ya se fue, y ahora habremos de esperar a ver qué pasa”, dijo el mismo personaje que soltó un largo suspiro, y explicó que por el área de Ajuchitlán del Progreso al ser restaurado en su paso, bajaron sus percepciones, que llegaron a ser muy generosas, una cantidad que no quiso revelar, pero les permitió adquirir varias cosas.


Y sólo se han visto disminuidos con el pase de la gente que viene por Arcelia hacia Santana del Águila, aunque aun así, reciben 200 pesos de paga al día, que es una cantidad que sigue siendo buena, y que si comparan con lo que habrán de recibir ya culminado el puente, es algo que no podrán tener.


“Vamos a ser otra vez pobres o muy pobres, a ver qué hacemos, ojalá salga algo, porque si no, nos morimos de hambre”, dijo el hombre mientras terminaba de enrollar la larga cuerda.


FUENTE: lajornadaguerrero.com.mx



Barqueros que tienen 2 años pasando autos dicen que con el puente viene la pobreza

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