martes, diciembre 16, 2014

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MÉXICO.

Diciembre del 2014.


A l@s compas de la Sexta nacional e internacional:

Al Congreso Nacional Indígena:

A los familiares y compañeros de los asesinados y desaparecidos de Ayotzinapa:


Hermanas y hermanos:

Compañeros y compañeras:


Hay muchas cosas que queremos decirles. No las diremos todas porque sabemos que ahora hay asuntos más urgentes e importantes para todas, todos y todoas. Pero como quiera son muchas cosas y es larga nuestra palabra. Así que les pedimos paciencia y una lectura atenta.


Nosotros, nosotras, zapatistas, acá estamos. Y desde acá miramos, escuchamos, leemos que la palabra de familiares y compañeros de los asesinados y desaparecidos de Ayotzinapa se empieza a quedar atrás y que ahora, para una parte de los de allá, es más importante…


la palabra de otros y otras en los templetes;


la discusión sobre si las marchas y manifestaciones pertenecen a los bien portados o a los maleducados;


la discusión sobre cuál tema es más mencionado a mayor velocidad en las redes sociales;


la discusión sobre la táctica y la estrategia a seguir para “trascender” el movimiento.


Y pensamos que siguen faltando los 43 de Ayotzinapa, los 49 de la guardería ABC, las decenas de miles de asesinad@s y desaparecid@s nacionales y migrantes, l@s pres@s y desaparecid@s polític@s.


Y pensamos que sigue secuestrada la verdad, sigue desaparecida la justicia.


Y pensamos también que hay que respetar la legitimidad y autonomía de su movimiento.


Sus voces, nosotras, nosotros zapatistas las escuchamos de frente. Miles de bases de apoyo zapatistas lo hicieron y sus voces llegaron después a decenas de miles de indígenas. Su voz entonces habló en tzeltal, en chol, en tojolabal, en tzotzil, en zoque, en castilla a nuestro corazón colectivo.


Esas voces tienen juicio, saben de lo que hablan, y es su corazón como el nuestro cuando se hace dolor y rabia. Saben su camino y lo andan.


Se saben ell@s. Nos saben a nosotr@s en rabias y dolores. Nada tenemos que enseñarles nosotros, nosotras. Todo tenemos que aprenderles.


Por eso ahora, cuando su voz pretende ser tapada, silenciada, olvidada o torcida, les mandamos nuestra palabra para abrazarlos.


Por eso decimos que lo primero, más importante y urgente es escuchar a los familiares y compañeros de los desaparecidos y asesinados de Ayotzinapa. Son esas voces las que han tocado el corazón de millones de personas en México y en el mundo.


Son esas voces las que han señalado el dolor y la rabia, las que han denunciado el crimen y han señalado al criminal.


La importancia de esas voces la reconocen, tanto el gobierno, que trata de deslegitimarlas; como los buitres, que tratan de torcerlas.


Busquemos que esas voces retomen su lugar y rumbo.


Esas voces resistieron a la calumnia, resistieron al chantaje, resistieron al soborno. Esas voces no se vendieron, no se rindieron, no claudicaron.


Esas voces son solidarias. Supimos, por ejemplo, que cuando se acumulaban jóvenes en las cárceles, y los “bien portados” les aconsejaban a esas voces que no se detuvieran en l@s pres@s, que su liberación no era lo importante porque de por sí el gobierno estaba “infiltrando” las movilizaciones, las voces dignas y firmes de los familiares y compañeros de los 43 dijeron, palabras más o menos, que para ellos lo de la libertad de los detenidos era parte de la lucha por la presentación de los desaparecidos. O sea que, como quien dice, esas voces no se dejaron chantajear ni compraron la baratija barata de los “infiltrados”.


Cierto, esas voces han tenido la fortuna de encontrar una población receptiva en su par básico: el hartazgo y la empatía. El hartazgo frente a las formas “clásicas” del Poder, y la empatía entre quienes padecen sus abusos y costumbres.


Pero eso ya estaba en calendarios y geografías diversos. Lo que pone a Ayotzinapa en el mapa mundial es la dignidad de los familiares y compañeros de los jóvenes asesinados y desaparecidos. Su tenaz e intransigente insistencia en la búsqueda de justicia y verdad.


Y en su voz se reconocieron muchas y muchos en todo el planeta. En sus palabras hablaron otros dolores y otras rabias.


Y sus palabras nos vinieron a recordar muchas cosas. Por ejemplo:


Que la policía no investiga robos; la policía secuestra, tortura, desaparece y asesina personas con o sin filiación política.


Que las instituciones actuales no son el lugar para encausar la indignación, las instituciones son las que provocan indignación.


Que el sistema no tiene soluciones para el problema porque él es el problema.


Que, desde hace tiempo y en muchas partes:


los gobiernos no gobiernan, simulan;


los representantes no representan; suplantan;


los jueces no imparten justicia, la venden;


los políticos no hacen política, hacen negocios;


las fuerzas públicas del orden no son públicas y no imponen más orden que el del terror al servicio del que tenga más paga;


la legalidad es el disfraz de la ilegitimidad;


los analistas no analizan, trasplantan sus fobias y sus filias a la realidad;


los críticos no critican, asumen y difunden dogmas;


los informadores no informan, producen y distribuyen consignas;


los pensadores no piensan, comulgan con las ruedas de molino de moda;


el crimen no se castiga, se premia;


la ignorancia no se combate, se ensalza;


la pobreza es el pago para quienes producen las riquezas.


Porque resulta, amigos y enemigos, que el capitalismo se nutre de la guerra y de la destrucción.


Porque se acabó la época donde los capitales necesitaban de paz y estabilidad social.


Porque en la nueva jerarquía dentro del capital, el especulativo reina y manda, y es su mundo el de la corrupción, la impunidad y el crimen.


Porque resulta que la pesadilla de Ayotzinapa no es local, ni estatal, ni nacional. Es mundial.


Porque resulta que no es sólo contra jóvenes, ni sólo contra varones. Es una guerra con muchas guerras: la guerra contra lo otro, la guerra contra los pueblos originarios, la guerra contra la juventud, la guerra contra quienes, con su trabajo, hacen andar al mundo, la guerra contra las mujeres.


Porque resulta que el feminicidio es tan añejo, cotidiano y ubicuo en todas las ideologías, que es ya “muerte natural” en los expedientes.


Porque resulta que es una guerra que cada tanto toma nombre en un calendario y una geografía cualesquiera: Erika Kassandra Bravo Caro: mujer, joven, trabajadora, mexicana, 19 años, torturada, asesinada y desollada en el “pacificado” (según las autoridades civiles, militares y mediáticas) estado mexicano de Michoacán. “Un crimen pasional”, dirán, como quien dice “víctimas colaterales”, como quien dice “un problema local en un municipio del provinciano estado mexicano de… (ponga el nombre de cualquier entidad federativa)”, como quien dice “es un hecho aislado, hay que superarlo”.


Porque resulta que Ayotzinapa y Erika no son la excepción, sino la reafirmación de la regla en la guerra capitalista: destruir al enemigo.


Porque resulta que en esa guerra el enemigo somos todas, todos, todo.


Porque resulta que es la guerra contra todo, en todas sus formas y en todas partes.


Porque resulta que de eso se trata, de eso se ha tratado siempre: de una guerra, ahora contra la humanidad.


En esa guerra, l@s de abajo encontraron en los familiares y compañeros de los ausentes de Ayotzinapa un eco amplificado de su historia.


Ya no sólo en su dolor y rabia, sobre todo en su terco empeño de encontrar la justicia.


Y con su voz se terminaron las mentiras del conformismo, del “aguantamos todo”, del “no pasa nada”, de “el cambio está en un@ mism@”.


Pero, en medio del dolor y la rabia, arriba de nuevo revolotean los buitres sobre la extendida mancha de muertes y desapariciones nombradas.


Porque donde un@s cuentan ausencias injustas, otr@s cuentan votos, vidrios, cargos, membretes, encabezados, marchas, firmas, likes, follows.


Pero no hay que dejar que la cuenta que cuenta e importa se quede atrás.


Nosotras, nosotros, zapatistas del EZLN, pensamos que es tan importante lograr que retomen su lugar las voces de los familiares y compañeros de los asesinados y desaparecidos de Ayotzinapa, que hemos decidido:


1.- Ceder nuestro lugar en el Primer Festival Mundial de las Resistencias y las Rebeldías contra el Capitalismo, a los familiares y compañeros de los Normalistas de Ayotzinapa asesinados y desaparecidos. Pensamos que en sus voces y oídos habrá ecos generosos en y para tod@s l@s que, estando o no estando, participarán en el Festival.


2.- Por eso nos estamos dirigiendo a las compañeras y compañeros del Congreso Nacional Indígena en las distintas sedes, a la Comisión Conjunta del CNI-Sexta para el Festival Cultural, y a quienes apoyarían a nuestra delegación en transporte, alojamiento, alimentación, seguridad y salud, para pedirles que dediquen y apliquen sus esfuerzos a los familiares y compañeros de los Normalistas de Ayotzinapa que hoy nos hacen falta a tod@s. Por eso pedimos que los atiendan, escuchen y les hablen como si fueran cualquiera de l@s 20 zapatistas, 10 mujeres y 10 hombres, que formarían nuestra delegación.


3.- Por eso pedimos, respetuosamente, a los familiares y compañeros de los ausentes de Ayotzinapa que acepten nuestra invitación y nombren, de entre ell@s, una delegación de 20 personas, 10 mujeres y 10 hombres, y participen como invitados de honor en el Festival Mundial de las Resistencias y Rebeldías contra el Capitalismo a celebrarse del 21 de diciembre del 2014 al 3 de enero del 2015. Para nosotros, nosotras las zapatistas fue muy importante escucharlos directamente. Creemos que será muy bueno que todas las personas que asistan al festival tengan el mismo honor que nos concedieron. Y creemos también que a ustedes les aportará mucho el conocer otras resistencias y rebeldías hermanas en México y el mundo. Podrán ver entonces lo grande y extendido que es el “no están solos”.


4.- El EZLN participará en el Festival. Nuestro oído atento y respetuoso estará ahí como uno más entre nuestr@s compas de la Sexta. No en templetes ni en lugares especiales. Como sombras estaremos, junto a tod@s, entre tod@s, detrás de tod@s.


5.- Nuestra palabra para la compartición está ya en un video. Se le ha indicado a “Los Tercios Compas” que lo hagan llegar en su oportunidad a las distintas sedes del Festival y a los Medios Libres, Alternativos, Independientes, Autónomos o como se llamen, que son de la Sexta, para que lo difundan, si así lo consideran pertinente, en sus tiempos y modos.


6.- El 31 de diciembre del 2014 y el día primero del año del 2015 será un honor para nosotros recibir, en el caracol de Oventik, como invitados especiales a las mujeres y hombres que, con su dolor y rabia, han levantado en todo el planeta la bandera de la dignidad que abajo y a la izquierda somos.


7.- Y no sólo, también aprovechamos para invitar a todas, todos y todoas de la Sexta nacional e internacional, encapuchad@s o no, a que participen en esta gran compartición, a que hablen de sus historias y a que escuchen a la otra, al otro, a lo otroa.



EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL. MÉXICO.

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